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De tapas por El Tubo de Zaragoza

De tapas por El Tubo de Zaragoza

En El Tubo los verdaderos protagonistas son los bares y sus tapas. Cada uno suele estar
especializado en una tapa tradicional, ¿te atreves a probarlas todas?

Doña Casta

Su “especialidad son las croquetas caseras y huevos rotos”. Así se definen ellos mismos y lo podrá confirmar cualquiera que haya visitado este bar. Al cruzar sus puertas, llama sin duda la atención su vitrina acristalada repleta de montañas de croquetas rebozadas de todo tipo de sabores: queso cabrales con manzana, morcilla con piñones, bacalao con espárragos trigueros, arroz negro con alioli, boletus con foie, jamón, queso gorgonzola y nueces, setas con queso de cabra y … ¡Gallina con chocolate! Sus huevos rotos también son famosos y el repertorio es variado. Siempre presentes los huevos de corral y las patatas panadera, van acompañados de distintos ingredientes: setas, foie, salsa cuatro quesos, jamón, gulas, longaniza, pisto con bacalao… Unos huevos rotos originales y de gran calidad que no te defraudarán…
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El Champi

Si te gustan los champiñones… ¡Este es tu bar! Y es que su nombre lo dice todo: su especialidad son los champiñones. Este local vive de una única y preciada tapa: consiste en una mezcla de tres champiñones a la plancha con una salsa de aceite, ajo y perejil. Todo unido por un palillo, con una base de pan y servido en plato de madera. Algo simple pero espectacular que han convertido a este bar en uno de los más concurridos de El Tubo. Para acompañar a esta tapa, El Champi ofrece además cerveza artesana y vino ecológico.
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Bodegas Almau

La anchoa y el vino reinan en su barra y, detrás de la misma, lo hace la familia Almau. Llevan años tras el mostrador y ya son cuatro las generaciones que han pasado por este bar desde su fundación en 1870 como una tienda de vinos. Se trata de un lugar idóneo para tomar una copa de vino de su amplia bodega, que va desde los vinos más tradicionales, a los más novedosos y creativos. En cuanto a sus tapas, destaca por sus diferentes elaboraciones, en las que siempre hay una misma reina, la anchoa: el dulce de anchoa (anchoa en salmuera abierta, crema de rulo de cabra, confitura de tomate y virutas de chocolate amargo), la anchoa reina (anchoa en salmuera, crema de aguacate, menta con sirope de Módena y almendra picada) o explosión de vinagre (anchoa en salmuera abierta sobre una base de paté de atún, boquerón y aceituna negra) son algunas de sus tapas más sugerentes.
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La Republicana

“La decoración recuerda a las antiguas casas de colmado. Las estanterías se han ido llenando poco a poco con objetos familiares y traídos de rastros y mercadillos, convirtiéndose en una especie de anticuario abierto al público. El ambiente te devuelve a un tiempo en el que las sobremesas eran largas y los bizcochos se hacían en casa”. Así se definen ellos mismos, y es que esta casa de comidas, como se autodenominan, cuenta ya con más de 34 años de experiencia. Ofrece a sus comensales un menú casero diario por 10.50€, un menú popular por 15.50€, así como una amplia variedad de tapas que disfrutar con un buen vino. Una de sus especialidades son los “Huevos a La Republicana”: jamón serrano, patatas panadera y un toque de tomate natural. También son expertos en el mojo con papas o sus ‘bombas’ de patata rellenas de atún. Además, si tienes suerte igual puedes probar su hamburgusesa de Galleta María, una creación tan curiosa como sabrosa.

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Texas (actualmente cerrado)

Este es posiblemente el único bar de El Tubo que ha mantenido el ambiente y decoración de los años 50: pequeño y castizo, hasta hace poco despertaba la curiosidad y admiración de zaragozanos y visitantes, incluyendo algunos ilustres como el periodista Carlos Herrera, que en más de una ocasión se ha declarado fan de este establecimiento. La comida, como sus dueños, es un clásico de la gastronomía zaragozana. ¿Su especialidad? Las papas bravas con su salsa secreta. Desde su apertura en 1946, este local ha sido un punto de encuentro para muchas generaciones, y su secreto ha sido siempre tener una gran barra llena de tapas. Actualmente se encuentra cerrado por enfermedad, pero no perdemos la esperanza en que vuelva a abrir sus puertas. Entre algunas de sus tapas estrella se encontraban las frituras clásicas: madejas con cordero fritas con aceite, ajo y perejil; torreznos, morro de cerdo frito o lechecillas de cordero.

[icon_list_item icon=»fa-location-arrow» icon_type=»transparent» title_font_weight=»600″ icon_color=»#5ba398″ title=»Esquina entre la Calle libertad y Calle Cuatro de Agosto, Nº 13.» icon_size=»50px»]

La Ternasca

A apenas 1 minuto de Plaza España se encuentra La Ternasca, un restaurante especializado en Ternasco de Aragón. Este establecimiento ofrece numerosas tapas y raciones con el ternasco como protagonista. Lo hacen de mil formas distintas, desde su elaboración más clásica, como croquetas, canelones o costillas a la brasa, hasta nuevas propuestas de lo más modernas, como los sabrosos churrasquitos a las ‘patatas sherry’, una auténtica delicia. ¡Un lugar que no te puedes perder si eres un fanático de este producto aragonés!
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Lamaribel Escabechado

Uno de los últimos bares en unirse a la zona de El Tubo, pero no por ello menos recomendable. En este caso, en lugar de centrarse en una única tapa o producto, han apostado por una elaboración tan tradicional como el escabeche. Lo hacen con los productos más clásicos, como el conejo, la perdiz o el pollo, y con otros mucho menos habituales con los que lograrán sorprenderte, como el Ternasco de Aragón o incluso el esturión. Se trata de un local muy pequeño, pero acogedor, que merece la pena conocer.
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El Méli del Tubo

Tras triunfar con el Méli-Mélo en la calle Mayor, El Méli del Tubo no se ha quedado atrás. No solo se trata de uno de los locales más bonitos y mejor decorados de esta zona de tapeo, sino que en su carta encontrarás tapas de alto nivel, auténticas obras de arte en miniatura. Solomillo con foie, gyozas de conejo escabechado… ¡Sus tapas no dejarán de sorprenderte!
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¡Y mucho más!

Pero El Tubo tiene mucho más que ofrecer y hay numerosos bares que merece la pena probar, cada uno con una tapa como gran reclamo. Tampoco puedes perderte el ‘Taco Picante’ de Vinos Nicolás, la cocina japonesa fusión del Uasabi, las cigalas de la huerta (ajetes fritos) de Casa Pascualillo, las agradables terrazas del Libertad 6.8 o El Patio del Plata, las anchoas al orio de El Hormiguero Azul o las migas de La Miguería. Por no hablar de establecimientos míticos como El Limpia o El Balcón del Tubo, además de algunos negocios que han abierto en los últimos años aportando un toque internacional a esta zona tan castiza, como la taquería La Quebradora o Distrito México.
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