Los ‘superalimentos’ son un complemento enriquecedor para una dieta de base saludable. Los expertos en nutrición de Vive! Escuela de salud nos explican cuáles son sus beneficios y nos enseñan cómo incluirlos en una dieta equilibrada.
Somos una cultura avanzada, a la vanguardia en aspectos como tecnología y comunicación, pero, ¿qué ocurre con nuestra alimentación? ¿Le dedicamos el suficiente tiempo? ¿Le damos la importancia que requiere? Solo tenéis que echar un vistazo a muchos de los artículos o noticias de actualidad, donde las tasas de obesidad y enfermedades crónicas hacen saltar las alarmas. Sin embargo, en muchas ocasiones se quedan en eso, o más bien en una falsa alarma contra la que no ponemos remedio.
No obstante, poco a poco nuestra mentalidad va cambiando y aumenta la implicación a la hora de preocuparnos por nuestra salud y los alimentos que ingerimos. En ese sentido, en busca de un plus que implique un valor añadido a una alimentación de base saludable, surgen los denominados “superalimentos”.
Los “superalimentos” son, en su mayoría, alimentos de mayor calidad nutricional; potencialmente ricos en enzimas, vitaminas, minerales, fitonutrientes y fitoquímicos, con propiedades anti-microbianas y anti-inflamatorias. No obstante, es importante no olvidar que sin una buena alimentación de base, una adecuada actividad física y un estilo de vida saludable, de nada van a servir su inclusión en nuestra dieta diaria.
Kale
Las propiedades nutricionales del Kale son de lo más completas que se pueden encontrar en un vegetal. De ahí que su uso esté muy recomendado en todo tipo de dietas, especialmente en las veganas, de adelgazamiento y las indicadas para bajar el colesterol malo.
Proteína vegetal
La OMS ha advertido en muchas ocasiones de que en el llamado primer mundo, el consumo de proteínas animales y, por ende, de grasas saturadas es muy superior al recomendable, en detrimento de las proteínas vegetales que aportan las legumbres como los garbanzos, las lentejas o las judías. La proporción que la OMS recomienda es que de cada 100 gramos de proteínas que ingiramos, el 80% deben ser vegetales y el 20% animales. El equilibrio es por tanto muy necesario.
Especias
El uso de especias en la cocina diaria, además de mejorar y dar matices a tus platos, puede tener enormes beneficios medicinales. El uso regular de especias puede ayudar a combatir diversos problemas de salud y mejorar el bienestar y vitalidad general.
Fermentados
El tracto gastrointestinal hace mucho más que manejar la digestión. Está repleto de neurotransmisores, que juegan un papel fundamental en nuestra salud. De hecho, se habla del intestino como un «segundo cerebro». Los probióticos que aportan los fermentados que podemos encontrar, por ejemplo, en el kéfir o el miso, mejoran la salud intestinal y, por extensión, el bienestar general de nuestro organismo.
Cacao
El cacao puro es considerado un «superalimento» porque contiene más de 50 nutrientes y componentes bioactivos como los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que nos protegen y aportan beneficios sobre la salud, especialmente la cardiovascular.
Avena
La avena es un cereal muy completo y equilibrado. Junto a los carbohidratos y la fibra, aporta más proteína, grasa y minerales que otros cereales. Te aporta, por ejemplo, muy buenas cantidades de magnesio, cobre, hierro, cinc y vitamina B1, así como pequeñas dosis de calcio, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B. Además, es muy rica en manganeso. Y todo esto de forma muy condensada: en poca cantidad y sin aportar demasiadas calorías.
Como este tema da para mucho… ¡Volveremos con una segunda parte!
Este artículo está escrito por los expertos en nutrición de Vive Escuela de Salud, un centro especializado en nutrición y cocina saludable, formación, psicología, fisioterapia y obstetricia, entrenamiento y pilates:
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