Una nueva sangría premium nace en Zaragoza para dar la vuelta al mundo y convertirse en una bebida para cualquier lugar y momento del año.
No hay nada mejor que una deliciosa sangría bajo una sombrilla en la playa o en una terracita al caer la tarde, incluso para acompañar una buena hamburguesa como las que estos días llenan nuestra ciudad con la segunda edición del Zaragoza Burger Fest. Al calor de este evento gastronómico, y al de las buenas temperaturas que llegan con el mes de junio, la Sangría Carmines se ha extendido por la capital aragonesa y todo apunta a que ha llegado para quedarse. Con el patrocinio del festival hamburguesero, los responsables de Carmines, una empresa familiar zaragozana, han apostado por aumentar su visibilidad en la ciudad que vio nacer esta marca, que hasta ahora se ha centrado en la exportación, pero que también quiere convertirse en profeta en su tierra.
La idea surge de los zaragozanos Ruth Lázaro Monje y Juan Félez García, quienes crearon Carmines con el objetivo de poner en valor esta bebida tan tradicional en España y apreciada en el extranjero, tanto que se ha convertido, al otro lado de nuestras fronteras, en un icono de la gastronomía y la cultura española, ya que es una bebida asociada a conceptos como el verano, el sol, la playa, los amigos, la fiesta... Pero desde Carmines pretenden darle un giro a esta bebida de temporada para convertirla en una sangría referente para cualquier lugar y momento del año.
Aunque estos dos emprendedores zaragozanos empezaron a trabajar con la idea de crear la mejor cerveza artesana de Zaragoza, la intención se vio aplazada debido a la aprobación de una normativa europea que protege a la denominación sangría en Europa a productos elaborados exclusivamente en la Península Ibérica. Este fue el impulso para desarrollar Carmines, «un proyecto para el que hemos querido rodearnos de los mejores profesionales que comparten nuestro concepto de que la sangría no es solo una simple bebida, sino un referente fuera de nuestras fronteras», aseguran desde Carmines.
De esta manera, esta sangría selecta fusiona lo tradicional con la innovación de la gastronomía actual, consiguiendo un producto de calidad y con un diseño muy atractivo. Además, Carmines nace como homenaje a la mujer española, divertida, alegre, fuerte y cosmopolita, «aportando todas esas características a nuestra sangría», afirman.
Entre sus productos podemos encontrar dos tipos de sangrías diferentes, abriendo así las posibilidades que esta bebida ofrece. Por un lado está la tradicional sangría de vino tinto, de color rojo picota brillante y aroma dominado por notas cítricas frutales de sus zumos y esencias naturales, con un ligero matiz a canela. Y por otro, la novedosa sangría blanca de color caramelo brillante, traslucido y un aroma dominado por matices de manzana Granny Smith y notas cítricas frutales de sus zumos y esencias naturales. Su cuerpo ligero de sabores intensos y afrutados suponen una armonía y sabor dulce de fruta fresca que se combinan con la complejidad del sabor a vino, terminando con buen final.
Estos aromas y sabores se ven aumentados en boca gracias a su ligero carbonatado, todo unido hace de esta sangría un producto muy fresco y elegante, ideal para cualquier momento del día y de la noche. Un acompañamiento perfecto para infinidad de comidas, tapas, cocktails, momentos y lugares.
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