Estos dos restaurantes se suman a Cancook y Absinthium, que la lograron en la pasada edición, y a los ya veteranos Novodabo, el único aragonés que tiene 2; y el Quema, La Prensa y El Chalet, con uno. Los soles aragoneses los completan Lillas Pastia, Tatau Bistro y La Venta del Sotón, en la provincia de Huesca, y El Batán, en la de Teruel.
La Guía Repsol 2021 trae dos buenas noticias para la gastronomía aragonesa en un año marcado por la crisis sanitaria, que ha afectado sobremanera al sector de la hostelería y la gastronomía. La primera, que Zaragoza suma dos nuevos soles Repsol en esta edición de la prestigiosa guía: La Senda logra su primer sol y Gente Rara se suma al listado de los elegidos en su primer año de vida, un hito que tiene mucho mérito. La segunda, que el resto de restaurantes aragoneses que ya tenían algún sol, lo mantienen: Novodabo seguirá siendo el único establecimiento de Aragón con dos soles, mientras que Cancook, Quema, Absinthium, La Prensa y El Chalet mantienen su sol. Igual que lo hacen en la provincia de Huesca el Lillas Pastia, Tatau Bistro y La Venta del Sotón; y El Batán, en la de Teruel.
Pero vamos con los grandes protagonistas zaragozanos de la gala de la nueva guía, que ha tenido lugar este lunes, 12 de abril, en San Sebastián: Gente Rara y La Senda. El primero, que abrió en 2020, ha sido una gran alegría para todos aquellos amantes de la gastronomía que huyen de la normalidad y buscan experiencias diferentes. Un restaurante que abre en plena pandemia, en un local que en su día fue un taller de coches, y con ese nombre, ya deja claras sus intenciones. Según indica la propia guía, «lo suyo es minimalismo sensato, proponen juegos visuales, apuestan por la sostenibilidad y facilitan la interacción del comensal. Sus tres menús (Inusitado, Excéntrico, Estrambótico) discurren en otros tantos espacios: hall de bienvenida, huerto de hierbas aromáticas y comedor. Hazles caso, la vida es demasiado corta para ser normal».
El otro gran protagonista para Aragón y Zaragoza ha sido La Senda y su cocinero y propietario David Baldrich. Según la Guía Repsol, se trata de «un restaurante propio donde se ha propuesto poner en valor el trabajo de pequeños productores aragoneses y transmitir al comensal la historia de esos ingredientes, humildes en su mayoría. De hecho, la idea es ofrecer una suerte de cocina de autor, elaborada, rica en contrastes y entroncada con la alta cocina moderna, apta para todos los bolsillos».
Fotos: Guía Repsol
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