Kike Artigas, community manager del Bar Artigas e hijo de Kike, dueño del bar, fue el encargado de publicar el cierre del Artigas. Sin embargo, deja la puerta abierta a una posible reapertura.
Más de 54 años llevaba el Artigas abierto en la calle Pamplona Escudero de Zaragoza, sin embargo la dura situación que sufre la hostelería por las restricciones y la jubilación de Kike han sido las principales causas del cierre de este bar mítico de la ciudad.
En sus comienzos, fue una carbonería que fundaron Enrique Artigas y María Comín, pero como el carbón ya no tenía salida, decidieron montar un bar, y desde entonces hasta ahora. Después, cogen las riendas del bar sus hijos: Arturo, Kike y Chon. Son ellos los que consiguen hacer del bar Artigas un clásico de la ciudad, ofreciendo una amplia variedad de tapas a un precio muy asequible. En los últimos años, este bar familiar contó con la ayuda del hijo de Kike, también llamado Kike Artigas, que además de echar una mano en la barra se ha encargado de manejar las redes sociales y de anunciar la noticia del cierre definitivo (de momento).
– ¿Cómo ha sido compartir la noticia con todos?
Mucho más duro de lo que pensaba. Hasta que no lo anuncias no lo ves como un hecho. Habíamos quitado los carteles del bar, recogido las botellas… pero todavía no era la sensación de que se cerraba. Sino que ahora, una vez publicado y que ha sido un boom enorme te das cuenta de lo que hemos anunciado: el cierre de un mítico.
– Más de 60 tapas diferentes, posiblemente una de las barras más grandes de toda Zaragoza, ¿de dónde surgían tantas ideas?
Se empezó a innovar con las tapas con un camarero que se llamaba Jorge, que ahora tiene un bar, El Descorche. Y Arturo y Chon siempre estuvieron sacando adelante la cocina y las tapas. Estos últimos años, mi madre (Pilar) ha estado trabajando y también ha intentado innovar lo máximo posible y dar variedad a la gente. Al fin y al cabo, lo que llama mucho la atención es ver la barra llena. Poquito a poco se fue haciendo nombre el bar y como el precio de la tapa era de 1’20€, también llamaba mucho.
– Pese al gran reconocimiento del bar en toda la ciudad, la pandemia ha supuesto un duro golpe…
Con estas medidas tan restrictivas es muy difícil, por no decir imposible, sacar un beneficio. Si el negocio es tuyo totalmente, pero que tener más trabajadores en plantilla es inviable. Hemos intentado todas las medidas anti-covid, dar un lavado de cara al bar, poner vitrinas, mesas altas, pero hay un momento que ves que esto no acaba y ya con la jubilación de mi padre hemos tomado la decisión de cerrar.
– Este 2020 ha sido un año para olvidar, pero… ¿Se puede sacar algo bueno?
Buf, por sacar algo bueno, tanto el buen hacer de los trabajadores que sabemos que han cumplido, que han hecho más horas por falta de personal, como ahora ver todo el cariño que hemos recibido de la gente.
– Después de más de medio siglo abiertos, ¿qué es lo que más vais a echar de menos del Artigas?
Tanto el trato con la gente, como todas las historias que se han vivido ahí, tal y como puse en la publicación de Instagram: es nuestra segunda casa y se va a hacer muy extraño el día que vea otro establecimiento ahí en ese local. Al fin y al cabo, será muy extraño pasar por delante del Artigas y no verlo abierto, con las tapas, no verlo como toda la vida. Se echará de menos todo en general, pero sobre todo el trato con el cliente y todo el ambiente que se formaba.
– Tendrás muchos recuerdos en el bar… ¿hay alguno que recuerdes con especial cariño?
Nunca me lo había planteado. Sí que tengo el recuerdo que desde pequeño yo iba con el peluche en la mano porque íbamos al bar a ver a mi padre, a darle un beso. Porque mi padre estaba todo el día en el bar, y en casa apenas lo veía. Es un recuerdo agridulce. Por el sacrificio de mi padre, que yo no lo he visto mucho en casa, ni he pasado tiempo con él el fin de semana o el ir a La Romareda a ver un partido… Parece una tontería, pero eso mucha gente no lo ve.
– Y, ¿algún día especial en el Bar Artigas?
Sobre todo, cuando se celebran las Fiestas del Pilar, Navidad, las fechas más señaladas es cuando más se disfrutaba del bar porque ves felicidad en toda la gente y tú también lo disfrutas. Estás celebrando la Nochebuena, la Nochevieja, hay un buen ambiente en el bar… eran los días que más me gustaban a mí.
– ¿Con qué te quedas después de tantos años de felicidad en el Artigas?
A parte del trato con los clientes, me quedo con que se ha conseguido hacer del Bar Artigas un “templo”, como un mítico bar de tapas en Zaragoza. El esfuerzo de mi familia, que ha tenido su recompensa, siendo el bar uno de los más conocidos en Zaragoza y además ahora mismo se ve todo el cariño que le tenía la gente.
– ¿Es un adiós definitivo?
Yo siempre me he querido quedar con el bar, ha sido una de mis ilusiones desde pequeño, aunque mi padre me haya querido quitar siempre esa idea de la cabeza por lo duro que es el sector de la hostelería. Actualmente he dicho que no. Yo llevaba el tema de redes sociales y web y los fines de semana sí que echaba una mano en el bar, pero yo trabajo en una empresa.
Pero a mí siempre me ha gustado el bar, todo el ambiente y todo, entonces no cierro una puerta a que en un futuro al final se pueda reabrir el bar, con el mismo nombre, la misma idea de tapas… pero ahora ha habido muchas pérdidas y con la pandemia no era el momento.
El 2020 ha estado lleno de malas noticias y el decir adiós a uno de los bares con más historia de la ciudad ha sido una de ellas. Ojalá podamos volver a ver abierto el Artigas, con sus tapas, raciones y con el ambiente de siempre. Kike Artigas no cierra esa puerta, pero por el momento habrá que esperar…
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.