Todas las asociaciones hosteleras más representativas salen a las calles este domingo 25 de octubre a reclamar ayudas con el lema «SOS Hostelería». La manifestación empezará a las 11 de la mañana en la Sede del Gobierno de Aragón.
El sector hostelero ya no puede más. Tras las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón ayer con el objetivo de contener la crisis sanitaria en la región, todas las asociaciones del sector de la hostelería y el turismo de Aragón se han unido y han convocado una manifestación con el lema `SOS Hostelería´ que recorrerá el centro de Zaragoza el próximo domingo 25 de octubre. Saldrá a las 11 horas del edificio Pignatelli (sede del Gobierno de Aragón) y terminará en la Plaza del Pilar a las 12:30 horas con la lectura de un manifiesto. Los empresarios hosteleros están muy preocupados por la situación que se da a partir de este momento con los confinamientos perimetrales de Huesca, Teruel y Zaragoza y con la anunciada para el próximo lunes y que, dadas las posibilidades, hará que cierre la mayoría de establecimientos. Prácticamente ningún negocio va a ser rentable a partir de la próxima semana. Desde el sector se es consciente de la gravedad de la situación sanitaria y de la necesidad de tomar medidas, pero no se comprende la dureza de las restricciones para la hostelería frente a otros ámbitos.
Una vez más se vuelve a señalar a la actividad de la hostelería cuando, según un informe elaborado por la consultora FOQUS para COMPETUR que analiza los datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad entre el 11 de mayo y el 16 de octubre, los bares y restaurante son seguros, pues suponen tan solo el 2,3% del total de casos acumulados. A la luz de las cifras, entendemos que las medidas a adoptar deberían tener en cuenta esta baja incidencia, sin embargo, las medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón incluyen restricciones como la prohibición de consumo en el interior de los locales. Esta situación forzará a muchas personas a reunirse sin condiciones de seguridad ni supervisión en espacios más pequeños, sin control de aforos, de distancia de seguridad, ni uso de mascarillas o desinfección y sin límite de horarios, suponiendo un mayor riesgo para el empeoramiento de la pandemia: aplicando medidas indiscriminadas se produce un daño innecesario en actividades económicas sin que tenga efecto en la contención de la transmisión del virus.
La situación del ocio nocturno y la cultura está peor si cabe. Un sector que tradicionalmente ha sufrido una supraregulación administrativa dentro de la hostelería. Las salas de baile y discotecas llevan cerrados desde el principio de la crisis sanitaria. A fecha de hoy suman más de 200 días sin poder abrir y se les vulnera uno de los derechos que este sector considera más fundamentales: el derecho al trabajo. Este impedimento en ejercer su actividad conlleva imposibilidad de hacer frentes a algunos alquileres y de seguridad social de trabajadores sin actividad, créditos, inversiones y pago de impuestos y otros gastos fijos, así como un aumento de la deuda. A los programadores de actividades culturales en este tipo de establecimientos también se les vulnera su derecho a trabajar, algo que afecta a cantantes, artistas, técnicos y toda una cadena de personas relacionadas con el sector del ocio. Además son cientos de trabajadores en Aragón afectadas por no haber cobrado un ERTE desde los meses de junio o julio. Algo intolerable y que está poniendo en una situación muy complicada a muchas familias.
Otro tipo de establecimientos como los cafés y bares han sufrido continuas restricciones con especial incidencia en el uso de las barras. La gran mayoría de pequeñas empresas y autónomos de este tipo, además, no ha podido acceder a ninguna ayuda, por desidia administrativa, siendo el segmento más vulnerable por su propia estructura y su escasa capacidad de endeudamiento, siendo un vehículo indispensable de articulación de la vida social de nuestras ciudades y pueblos.
También los hoteles son otros de los grandes damnificados de esta crisis, pues las restricciones en la movilidad han provocado que a día de hoy 7 de cada 10 habitaciones estén vacías en Zaragoza. Las pernoctaciones en agosto fueron un 67% menor que el año anterior. Las últimas medidas de confinamiento perimetral y la obligación de celebrar los congresos y reuniones de forma telemática solo hacen agravar esta situación para un sector que ha visto como su demanda cae entre el 60 y el 80% respecto a anteriores cursos, aunque en algunas zonas estacionales o rurales esta caída haya sido menor.
La hostelería y el turismo acatará las decisiones que sanidad considere acordes al momento y siempre que nos lleven a mejorar la actual crisis sanitaria, rebajar la presión hospitalaria y sean positivas para la sociedad aragonesa y española, pero no se pueden tolerar ciertos escenarios. No hay tiempo para esperar ayudas y muchas empresas no van a aguantar más. Pretender que una actividad hostelera sea rentable en este momento del año, con ciertos aforos o sin actividad interior -incluida la posibilidad de comida a domicilio-, resulta de todas formas imposible. Sin movilidad no hay turismo y la actividad hostelera y de ocio arrastra a miles de puestos de trabajo de forma directa e indirecta.
Por todo ello, la hostelería y el turismo de Aragón se manifestará y solicita desde ya ayudas con carácter de máxima urgencia para su supervivencia. Ayudas que pueden y deben partir de todas las administraciones, entidades con las que está relacionado el sector o personas que tienen posibilidad de decidir y que sean acordes al momento. Aquí se citan 7 a modo de ejemplo, pero hay muchos más:
- ERTEs: Posibilidad de acogerse automáticamente a las exoneraciones existentes por impedimento de la actividad.
- Rebaja de la presión fiscal a través de la aplicación del tipo superreducido de IVA y a través de las ordenanzas fiscales municipales (IBI, IAE, tasas de basura y aguas).
- Constitución de una mesa de trabajo interconsejerías en la que poder abordar las medidas de contención y medidas compensatorias que deberían ir aparejadas y que aumente el diálogo existente.
- Plan de ayudas directas para sufragar alquileres y gastos derivados del cierre de los locales como el ocio nocturno que no ha podido abrir desde el inicio de la crisis sanitaria.
- Protección de la actividad económica del segmento MICE y eventos, aplicando criterios de flexibilización normativa.
- Créditos sin intereses avalados por el Gobierno de Aragón.
- Ayudas a la digitalización para inversiones en medidas de acondicionamiento y contención del riesgo de transmisión en bares, locales de ocio, restaurantes y hoteles.
A dicha manifestación prevista para el domingo se sumarán otras entidades, aparte de las que figuran la cabecera, como la Asociación de Maîtres y Barmans de Aragón, la Asociación de Cocineros de Aragón y contará también con la asistencia del Presidente de Hostelería de España, el aragonés José Luis Yzuel.
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