El último local de Grupo Tándem, situado en el Parque Pignatelli, es un quiosco de formato chill & grill con una mirada a Argentina pero tirando para casa.
La Milonga abre sus puertas esta semana en pleno corazón del Parque Pignatelli para ofrecer un destino pensado en los que aman la ciudad y quieren perderse en un lugar tranquilo sin renunciar a un buen bocado, disfrutando de la gastronomía y el ocio al aire libre.
El nuevo espacio perteneciente a Grupo Tándem (Marengo, La Bocca, Nativo, Nómada y la tienda de comida para llevar La Tradicional) es un concepto quiosco – chic, donde relajarse con un vermut de temperamento, comer mirando a la Pampa o quedarse a la espera del sabor de unas buenas brasas, ser testigo del atardecer con una coctelería clásica o vivir la hora más fresca entre ‘zarpazos’ y bocatas.
El objetivo es «ser auténtico incluso en sus contradicciones”, tal como explica Kike Júlvez, CEO del grupo, “ya que pretendemos que, a pesar de su estilismo moderno y cosmopolita, el público se encuentre con el concepto quiosco de toda la vida. Y que, aunque haya un pequeño reducto culinario que mira a la Argentina, convive perfectamente con producto tradicional de nuestro país”.
Su carta, repleta de propuestas apetecibles, sorprenden con el flow de la Pampa y sus especialidades criollas, tipo empanada, papas gauchas, la pizza porteña o una hamburguesa Palermo. O con sugerencias de retro taberna como las salmueras, la ensaladilla rusa, las cebollitas a la brasa con romesco o unos ricos caracoles a la llauna.
Entre ‘zarpazos’ y bocatas de aquí y de allá
La experiencia del grupo en el buen uso de la brasa Josper se traslada al nuevo local con una carta llena de sabores ahumados, en la que destacan, de aquí, las costillas a la brasa con patatas y pimientos del padrón o el secreto ibérico brasa con chimichurri; y de más allá, la entraña o el churrasco.
Para las tardes y entrepanes, rescatan una de las recetas excelentes, muy asentada también en la madre patria, como el Choripan en brioche de chorizo criollo o el Milonguito, de secreto ibérico brasa, huevo plancha, chimichurri y mayonesa de ajo negro.
La oferta gastronómica se completará con una carta de cócteles de receta clásica y acciones musicales y entretenimiento que se irán incorporando en su programación a partir de septiembre.
Apertura slow mood
Así, a partir de esta semana en una apertura slow mood, ya que quieren comenzar con ritmo muy pausado y ampliando mesas poco a poco hasta llegar a 100 comensales en la terraza cubierta y 50 fuera. La Milonga abrirá de lunes a jueves de 18:00 a 00:00 horas y viernes, sábado y domingo de 11:00 a 01:00 horas.
Su situación junto a la zona de desarrollo que acogerá una ampliación de zona verde y nuevas viviendas se convierte en un punto de encuentro entre vecinos de Ruiseñores y San José, los viandantes y deportistas del canal y todos los que deseen ‘zaragocear’ a ritmo de chill& grill.