La Clandestina lo tiene todo: una propuesta gastronómica original y de calidad, ambientes para disfrutar en cualquier momento del día y una decoración con mucho encanto.
La Clandestina es uno de esos lugares que, si faltaran, se echarían de menos en Zaragoza. No es un bar, ni un restaurante, ni una cafetería, ni un garito donde tomar un cóctel o una copa. Es todas esas cosas a la vez y mucho más, porque la oferta de este establecimiento va desde cafés y tartas caseras por la mañana o a media tarde, hasta brunch y comidas a mediodía, y cenas, copas, mojitos y lo que haga falta cuando comienza a asomar la madrugada.
[blockquote text=» La Clandestina tiene unas espectaculares tartas caseras y una comida con aires viajeros que merece la pena probar. Uno de esos lugares imprescindibles en Zaragoza.» show_quote_icon=»yes» quote_icon_color=»#00a699″]
Pero vayamos a lo que nos ocupa, que es la comida. En la carta de La Clandestina se pueden encontrar desde entrantes a platos individuales o para compartir, siempre con la originalidad como premisa, ingredientes de gran calidad y unas propuestas bien pensadas y bien presentadas, ya que una de sus señas de identidad es el mimo con el que explican cada uno de los puntos de su carta y de los platos que tienen fuera de la misma, algo que suele ser habitual. En su cocina podemos encontrar muchos platos con aire viajero e ingredientes o sabores exóticos, siempre mezclados con productos de la tierra con gusto y con nombres curiosos, algo que también llama la atención.
Tampoco podemos olvidarnos de su decoración, que mezcla un estilo industrial con un maravilloso caos de sillas y mesas de diferentes tamaños y colores, puertas pegadas en las columnas y su ya tradicional e identificativa pared con unos labios rojos pintados que aparece en la cuenta de Instagram de todo influencer que se precie de serlo. En definitiva… Por propuesta, originalidad, calidad y precio… ¡Uno de los sitios más top de Zaragoza!
🗺📍 Calle San Andrés, 9 (Zaragoza)