El local de comida para llevar y a domicilio, con una carta enfocada a street food con presencia de productos aragoneses, se presenta camuflado como videoclub.
Un lugar donde comer bien y recordar viejos tiempos. Voraz acaba de abrir sus puertas en el barrio de Valdespartera.
Se trata de un local de street food para llevar y a domicilio que hace un guiño al barrio más ligado al cine de Zaragoza camuflándose dentro de un videoclub. En Desayuno con Diamantes, una calle de película, sus ideólogos han querido hacer un guiño al mundo del cine y a todos los nostálgicos que vivieron la época VHS y que cada viernes por la tarde iban a estos locales a elegir la peli del fin de semana.
Con la estética de videoclub y su interior lleno de cintas y carteles de películas, su propuesta gastronómica se centra en la comida callejera de calidad y en su carta se pueden encontrar hamburguesas, brioches rellenos de carnes desmigadas como pulled pork, carrillera guisada o pollo, bocadillos con pan de foccacia y raciones más tradicionales, como sus torreznos caseros con ajoaceite, que ya han levantado pasiones en sus primeros días, o sus madejas de cordero al chimichurri.
De postres se podrán probar su tarta de queso Patamulo de Samper de Calanda (Teruel), su brownie de chocolate con caramelo y palomitas o su torrija con caramelo de vino del Somontano. De momento se han estrenado con una carta reducida que poco a poco se irá ampliando y que nace con el objetivo de ser muy dinámica y que constantemente haya nuevas propuestas.
Además, los fines de semana también tienen pollos asados, que se pueden reservar, y en las próximas semanas lanzarán un plato del día para las comidas de lunes a viernes, más enfocado en propuestas saludables. Uno de los ideólogos de este proyecto es Javier Sánchez, cocinero y nutricionista, que es el responsable de toda la parte gastronómica de Voraz.
“Nuestra filosofía es apostar por la máxima calidad en todo lo que hacemos y demostrar que dentro de una carta con muchas propuestas de street food también hay sitio para los productos aragoneses y para otras propuestas más tradicionales, como nuestro torrezno con ajoaceite o nuestras madejas con salsa chimichurri”, asegura Sánchez.
El videoclub Sobre la propuesta estética de videoclub, se trata de un guiño al barrio más cinematográfico de Zaragoza, además de a la infancia de todos aquellos que convivieron con el VHS. “Nos gustó el tema del videoclub porque es algo que muchos hemos vivido. Íbamos con nuestros padres a alquilar una película y es una experiencia bonita que, gracias a esto, muchos de nuestros clientes están recordando. Ahora vienen con sus hijos a contarles esas historias y a enseñarles las películas que veían en su infancia.
De hecho, muchos ven alguna película a la que tienen cariño y se van con nuestra comida a buscarla en alguna plataforma para verla”, cuenta Javier Sánchez. En el local hay otras referencias al cine y los viejos tiempos. Por ejemplo, las cajas en las que sirven la comida tienen el diseño de un VHS, hay televisiones antiguas, carteles de películas… “Queríamos que venir a buscar la comida sea una experiencia divertida, no solo un trámite”, explica.
Dentro de este proyecto, que surge desde La Cocina de Vive, una empresa que realiza cáterings para eventos y picoteos para empresas, están involucrados otros emprendedores aragoneses como el nutricionista Raúl Luzón, el cocinero Lorenzo Palos o Juan Luis Gaona, experto en marketing y responsable de comunicación del grupo