El Espazio Quema, situado en lo alto del Museo Pablo Serrano, vuelve a llenarse de vida con la gastronomía del Quema. El jueves 1 de febrero se estrena la temporada de cenas con las mejores vistas de Zaragoza, que también estará disponible en San Valentín.
El Espazio Quema, situado en la parte alta del Museo Pablo Serrano, con unas vistas espectaculares de Zaragoza, inaugura su temporada con una cena este jueves 1 de febrero. Además de disfrutar de un espacio único, los asistentes a esta primera cena del año serán los primeros en probar su nuevo menú degustación:
– Canutillo crujiente de coco y curry
– Sándwich de longaniza de Graus
– Tartaleta de mousse de cabracho y huevas de trucha del Pirineo
– Crujiente de trigo, compota agridulce de pera, foie escabechado y queso Idiazabal
– Ensalada de txangurro, crema de castañas y aire cítrico
– Estofado de setas shitake, ñoquis de calabaza, anguila ahumada y apionabo
– Corvina a la brasa, crema de puerros y lima kaffir, mayonesa de alga nori y kimchi
– Pularda rellena de ciruelas y avellanas, crema de cebolla caramelizada y alioli de membrillo.
-Macaron de almendra, praliné y mousse de frambuesas acompañado con helado de queso fresco.
Precio: 45.00 € (Incluye 1/2 botella de vino y 1/2 botella de agua por persona)
Horario: 21.00 / 21.30
Plazas limitadas. Reservas: 976 439 214 / info@restaurantequema.com
El Quema
El Restaurante Quema, que podríamos considerar “una prolongación gastronómica del arte contemporáneo” por su privilegiada ubicación dentro del IAACC Pablo Serrano, cuenta con un Sol de la Guía Repsol. En este restaurante se propone una cocina de temporada y natural con platos elaborados a diario con los mejores productos a la vista del comensal.
Durante todo el año, ofrecen, por un lado, un menú degustación disponible todos los días de apertura. Y, por otro lado, dispone un menú gastronómico de martes a viernes a mediodía por 30 euros que incluye dos entrantes, principal y postre.
Esta oferta gastronómica se puede disfrutar habitualmente en su acogedor salón donde la relación y conexión entre los clientes y la cocina es bidireccional, pues a través de una mampara que conecta la sala con la cocina, los comensales pueden ver al equipo de cocina elaborando sus platos en directo.